La transformación de la sociedad occidental de medieval en moderna,
en su aspecto de cambio de mentalidad hacia la modernidad,
significó una nueva consideración de la naturaleza desde un nuevo pensamiento científico,
permitido por el uso de la razón humana sin sujección al principio de autoridad.
Desde el Renacimiento,
el antropocentrismo humanista sustituye al teocentrismo de la escolástica.
El Barroco revalorizará los sentidos y la experiencia como fuente de conocimiento. Racionalismo y Empirismo serán dos orientaciones filosóficas
opuestas, pero complementarias.
En
tiempos de Galileo,
la física adquirió el estatus de modelo de ciencia,
modelo que debería seguir todo saber que quisiera alcanzar la categoría de conocimiento científico. La tarea de la
ciencia del siglo XVII fue encontrar técnicas precisas para tener el control racional de la experiencia y
mostrar cómo conceptos matemáticos se pueden utilizar para explicar los
fenómenos naturales.
Esencialmente,
el éxito de Galileo se debió a la capacidad para combinar las funciones de
erudito y artesano. Para ello aceptó las técnicas de los artesanos - las lentes, elastrolabio,
las bombas - y el razonamiento lógico-matemático
desarrollado por los griegos y la escolástica medieval. A partir de datos repetibles, ordenados bajo principiosmatemáticos
Galileo formuló la ley de la caída de los cuerpos, las leyes de movimiento de
los proyectiles y la ley del péndulo. Es decir que redujo a leyes los
diversos hechos observados utilizando un razonamiento inductivo.
Los
planteamientos de Galileo fueron decisivos en la revolución intelectual y
científica del siglo XVII.
Sus trabajos sobre la mecánica y la dinámica sumados a los esfuerzos de los astrónomos Nicolás Copérnico y Kepler fueron integrados y sistematizados por Isaac Newton.
Galileo
vislumbró que, en gran parte, las dificultades para comprender el movimiento
planetario estaban causadas por el modelo
geocéntrico, y que tales dificultades desaparecían aceptando el modelo heliocéntrico propuesto por Copérnico. En relación
con el estudio de las trayectorias planetarias, en particular la de Marte,
se sabía que en elsiglo XVI no
existía concordancia entre lo que se podía predecir con los instrumentos de Ptolomeo y las verdaderas trayectorias
observadas en el cielo. Los Ptolemaicos suponían que cada planeta giraba alrededor de una circunferencia
(epiciclo),
cuyo centro, a su vez, describía otra circunferencia (deferente) centrada en la
Tierra. El astrónomo danés Tycho Brahe a mediados del siglo XVI,
demostró que la teoría fallaba y realizó nuevas y precisas
observaciones planetarias. Se presentaron entonces dos opciones: admitir, como
lo habían hecho antes Nicolás Copérnico y luego Galileo y Kepler,
que estaba fallando la teoría geocéntrica, o bien que las hipótesis auxiliares
acerca del número y tamaño de epiciclos y otros recursos para la explicación
eran insuficientes. Los Ptolemaicos habían adoptado esta última postura
durante muchos siglos hasta que Kepler pudo explicar lo que sucedía asignando a
cada planeta una única trayectoria elíptica
alrededor del Sol. De esta manera Kepler formuló sus leyes del
movimiento planetario.
La mecánica de
Newton mostró que las leyes galileanas y keplerianas se podían deducir a partir
de los principios de la teoría que lleva su nombre. De
esta manera logró unificar por vía deductiva lo que de otro modo hubiera quedado
como un conjunto disperso de leyes empíricas. A menudo se concluye que el
proyecto de la ciencia moderna encuentra su culminación en la física de Newton.
La teoría de Newton, tal como fue presentada por
el autor en los Philosophiae Naturalis Principia
Mathematica, de 1687, es frecuentemente
considerada uno de los logros más espectaculares de la historia de la ciencia.
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